Como resultado del compromiso de abordar la cuestión del cambio climático, tal y como se recoge en la Declaración de Londres de la ISO - International Organization for Standardization, la ISO y el IAF - International Accreditation Forum, han realizado una enmienda al Capítulo 4 de la Estructura Armonizada (Apéndice 2 del Anexo SL en las Directivas ISO/IEC Parte 1 Suplemento ISO Consolidado). Encontrará más información aquí.
¿Qué debe tener en cuenta un sistema de gestión ambiental según la norma ISO 14001?
No existe un enfoque estandarizado para las consideraciones relativas al cambio climático en un sistema de gestión ambiental (SGA) según la norma ISO 14001. No obstante, compartimos como referencia parte del texto extraído de un White Paper desarrollado por los socios de la IQNET Association, de la que APCER es miembro en representación de Portugal.
Estas consideraciones no son suficientes por sí solas, ni se consideran completas; simplemente se identifican como las más susceptibles de ser analizadas por las organizaciones:
Aumento de los requisitos normativos: A medida que los gobiernos de todo el mundo aplican normativas más estrictas para combatir el cambio climático, las organizaciones certificadas pueden tener que adaptarse para garantizar su cumplimiento. Esto puede incluir límites más estrictos a las emisiones, requisitos de información más exigentes y, potencialmente, la necesidad de participar en el comercio de carbono o en incentivos relacionados.
Escasez de recursos, servicios ecosistémicos y aumento de los costes: El cambio climático puede provocar la escasez de recursos, como el agua y las materias primas, y aumentar los costes de la energía y los productos. Esta situación puede afectar a los aspectos económicos de la gestión ambiental, exigiendo a las organizaciones certificadas que adapten sus procesos y encuentren soluciones más sostenibles y rentables. En el marco del SGA, es posible que tengan que centrarse en la eficiencia de los recursos y en estrategias alternativas de abastecimiento para mantener su rendimiento.
Cambio en las prioridades ambientales: A medida que se intensifica el cambio climático, puede producirse un cambio en las prioridades ambientales, tanto a nivel mundial como local, centrándose en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora de la eficiencia energética y el fomento de las fuentes de energía renovables, como ejemplos. Es posible que las organizaciones certificadas tengan que ajustar su SGA a estas prioridades cambiantes, garantizando que sus objetivos y metas ambientales sigan siendo pertinentes y ambiciosos.
Mayor dificultad para alcanzar los objetivos: Los cambios inducidos por el clima, como condiciones meteorológicas más extremas y cambios en los ecosistemas, pueden dificultar que las organizaciones certificadas alcancen sus objetivos ambientales. Por ejemplo, una organización que pretenda reducir el consumo de agua puede encontrar cada vez más dificultades durante sequías prolongadas. Esto puede requerir una planificación más sólida y estrategias de gestión adaptativas.
Ajustes operativos y oportunidades: El cambio climático puede motivar la necesidad de realizar ajustes operativos, como modificar los procesos para reducir el consumo de agua en condiciones de sequía, o aumentar la eficiencia energética para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. También pueden presentar otras oportunidades, como el desarrollo de nuevos productos o servicios respetuosos con el medio ambiente.
Gestión de la cadena de suministro: Los efectos del cambio climático pueden extenderse a lo largo de la cadena de suministro de una organización, afectando a la disponibilidad de materias primas y al comportamiento medioambiental de los proveedores. Las organizaciones pueden tener que trabajar con sus proveedores para mejorar su comportamiento medioambiental. Esto puede implicar la reevaluación de los proveedores en función de su capacidad para gestionar los riesgos climáticos y su compromiso para reducir su huella de carbono.
Otras consideraciones: relacionadas, por ejemplo, con la preparación y respuesta ante emergencias, la relevancia/significación cambiante de los aspectos medioambientales o las nuevas competencias necesarias para adaptarse al cambio climático.
Otras consideraciones sobre el Cambio Climático que todas las organizaciones certificadas según las normas de sistemas de gestión cubiertas por esta enmienda deben tener en cuenta
Las organizaciones certificadas, independientemente del sector de actividad en el que operen y del tipo y alcance del sistema de gestión, pueden necesitar revisar y adaptar otros procesos y considerar otras cuestiones para abordar y acomodar mejor los cambios de contexto, la evolución de los requisitos y las necesidades de las partes interesadas, así como los nuevos riesgos derivados del cambio climático.
Formación y sensibilización: Un enfoque y unas prácticas de gestión eficaces en el contexto del cambio climático requieren personas informadas y concienciadas. Las organizaciones certificadas pueden tener que incluir programas de formación que transmitan a sus empleados los retos y cambios relacionados con el clima, asegurándose de que comprenden la naturaleza evolutiva de los riesgos relacionados y sus responsabilidades.
Compromiso y comunicación con las partes interesadas: El compromiso con las partes interesadas en cuestiones de cumplimiento relacionadas con el clima es crucial. Las organizaciones certificadas deben facilitar la comunicación y el compromiso con las partes interesadas, incluidos los inversores, los clientes, los organismos reguladores y la comunidad, sobre la forma en que la organización aborda las cuestiones de cumplimiento relacionadas con el clima.
Seguimiento y mejora continua: Dada la naturaleza dinámica del cambio climático y sus impactos, las organizaciones certificadas deben ser capaces de realizar un seguimiento y una mejora continua. Esto garantiza que la organización pueda adaptar sus estrategias en respuesta a la nueva información, normativa y mejores prácticas relacionadas con el cambio climático.
Soluciones innovadoras para una mayor resiliencia: Las organizaciones pueden necesitar invertir en soluciones innovadoras para reforzar la resiliencia frente a los retos y riesgos inducidos por el clima, y contribuir así a un mejor rendimiento y eficacia.
Planificación estratégica a largo plazo: Las organizaciones deben tener en cuenta las tendencias a largo plazo y las cuestiones contextuales, incluidas las relacionadas con el cambio climático. Esto permite una planificación estratégica alineada con los objetivos globales de sostenibilidad y los esfuerzos de mitigación del cambio climático.
Reputación y valor de marca: Las organizaciones que no abordan los riesgos del cambio climático o no adoptan prácticas sostenibles pueden sufrir en términos de reputación y valor de marca, ya que los consumidores y los inversores valoran cada vez más la sostenibilidad. Para algunas organizaciones, la percepción pública también puede ser crítica. Las que no tomen las medidas adecuadas para combatir el cambio climático o adaptarse a él pueden ver dañada su reputación, lo que puede repercutir directamente en la fidelidad de los clientes y el valor de la marca.
Seguros y gestión de riesgos: La mayor frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos puede dar lugar a primas de seguro más elevadas. Para las organizaciones con activos físicos importantes, o las que operan en zonas de alto riesgo, esto puede representar una carga financiera sustancial.
Identificar nuevas oportunidades: Las organizaciones también pueden buscar oportunidades derivadas de la transición a una economía más ecológica, como el desarrollo de nuevos productos o servicios, la mejora de la eficiencia y el acceso a nuevos mercados.