El referencial BPF (Buenas Prácticas Farmacéuticas) se basa en el conjunto de la estructura organizacional de los procedimientos, procesos y recursos necesarios para evidenciar la Calidad en las Farmacias.
Esta norma, relativa a la información al paciente, tiene como objetivo orientar al farmacéutico en la información al paciente para que este pueda tomar decisiones responsables sobre el uso racional del medicamento.
Este sistema permite optimizar la intervención de las farmacias y los farmacéuticos en el Sistema de Salud, evaluar el cómo y el porqué de las actividades que se llevan a cabo, formalizar y documentar lo que se hace, sistematizar el enfoque de las actividades mediante la normalización de procedimientos y, principalmente, satisfacer a los pacientes de forma consistente.
De este modo, se crea un Sistema de Gestión de Calidad donde hemos incluido como referenciales, además de estas Buenas Prácticas Farmacéuticas, la legislación vigente en nuestro país y el código ético de los farmacéuticos.
La calidad de los resultados, al ser evidenciada externamente, puede certificarse mediante auditoría una vez solicitada la calificación a la entidad externa independiente.