Artículo de Luísa Abreu, Auditora APCER, Consultora en Economía Circular y Sostentabilidade, originalmente publicado en Eco Circular en Marzo 2020.
En este mes de marzo 2020, estamos viviendo el miedo provocado por una crisis sanitaria sin procedentes, en la historia de los siglos XX y XXI. La propagación del CODIV-19, adquirió en poco más de 2 meses, una dimensión global, afectando a todos, sin elegir, nacionalidad, status social, desarrollo tecnológico, educación o poder económico.
La movilidad mundial y las fronteras que abolimos, han convertido el mundo en una Aldea Global, que nos trae muchas ventajas económicas, científicas y culturales, pero que no estaba preparada para afrontar una pandemia, que justamente se serviría de esa globalidad, para expandirse desde Wuhan, China, hasta los cinco continentes, con un fuerte epicentro en Europa, concretamente en Italia y España.
Perplejos y muy asustados, nos estamos atrincherando en nuestras propias casas por Real Decreto, unos más sensatos que otros, que siguen teniendo comportamientos de riesgo, pero todos impotentes e incapaces de autodefenderse. No podemos hacer nada más que confiar en nuestros gobernantes, en los científicos y personal sanitario, para protegernos y derrotar esta amenaza.
Estamos suspendidos en el tiempo. Carreteras vacías, bares y terrazas desiertos, tiendas, cinemas, espectáculos, todo cerrado… me acuerda un documental a que asistía hace pocos años y que nos enseñaba como evolucionaría la tierra sin el hombre…Seguro que algunos de vosotros os acordáis de ello.