Artículo de Luísa Abreu, Auditora APCER, Consultora en Economía Circular y Sostentabilidade
El 25N, asistí a un seminario organizado por la Comunidad #PorElClima (movimiento sin ánimo de lucro, al cual todos debemos unirnos, para volver cada vez más fuerte la voz y representatividad de la opinión ciudadana, frente a la crisis climática), en el que tuve la oportunidad de escuchar al chileno Gonzalo Muñoz Abogabir, High Level Climate Action Champion COP25.
En su ponencia, Gonzalo ha subrayado la importancia de los sectores empresarial y financiero, en cuanto motores fundamentales para transformar políticas y estrategias gubernamentales en compromisos de una verdadera Acción Climática.
Con la mirada puesta en 2023, año en lo cual se hará una Evaluación Mundial del Acuerdo de París[1], champions como Gonzalo y Nigel Topping, están empeñados en sumar lo máximo número posible de empresas, organizaciones, expertos y ciudadanos a la iniciativa “Race to Zero”. De ese modo, lograrán el objetivo de aumentar por lo menos 20 veces el número de partes comprometidas, entre la COP25[2] y la COP26[3] de las Naciones Unidas.
Las grandes compañías multinacionales, ya se han involucrado en el Pacto Mundial, pretendiendo, con ello, dejar de ser uno de los ejes principales del problema, para convertirse en agentes impulsores que aportan las soluciones.
Ejemplos como: Coca Cola, Nestlé, Unilever y Microsoft, son algunos de los más relevantes, por los impactos ambientales que generan y por la visibilidad de sus acciones (sean estas negativas o positivas), a nivel mundial.
En España, fue constituido bajo el liderazgo de Forética, el Clúster Cambio Climático, formado por 50 grandes empresas españolas, con un impacto ambiental y mediático muy significativo, a nuestra escala geográfica, como es el caso de: Adif, Aena, Bankia, El Corte Inglés, Suez, Enagás, entre otras.
Estas organizaciones, se han comprometido en tres ámbitos:
- Estrategia: disponer de una estrategia frente al cambio climático que cuente con objetivos y compromisos claros.
- Responsabilidad: contar con el apoyo e impulso de la alta dirección de la empresa, designando un interlocutor estable para esta temática.
- Transparencia: publicar periódicamente los resultados del desempeño de la empresa en materia de cambio climático (bien en las memorias de sostenibilidad y/o RSE, en la web o a través de iniciativas como Carbon Disclosure Project).
A lo largo de su actividad, el clúster ha publicado varios documentos. El último de ellos, en 2019[4], define una hoja de ruta compuesta por 6 claves, que las organizaciones deben seguir y concretar en acciones, para que puedan alcanzar resultados beneficiosos hacia una economía baja en carbono. Son estas:
1. Objetivos alineados con la ciencia.
2. Inversores Conscientes: Gestión de los Riesgos Climáticos.
3. Financiación: Precio del Carbono y Mecanismos de Financiación.
4. Innovación y Tecnología para la Resiliencia.
5. Naturaleza, una Solución Disponible, Efectiva, Escalable y Rentable (sumideros de carbono).
6. Liderazgo Empresarial a través de la Colaboración.
Asimismo, alrededor de un 90% de los negocios en todo el mundo, son realizados por pequeñas y medianas empresas (pymes), que emplean más de un 60% de la población activa[5].
Las pymes son la principal fuerza motriz de la economía global, sin embargo, hasta la fecha se han dejado en gran medida al margen de las iniciativas de acción climática.
En este contexto, la principal dificultad, se pretendemos avanzar a toda la velocidad en la acción climática, es sin duda:
¿Cómo aplicar con éxito, las estrategias e iniciativas Carbono Cero de las Grandes Empresas, a la realidad de las pymes?
(sobre todo ahora cuando una parte significativa de ellas se encuentra muy debilitada, luchando por sobrevivir en las tres frentes de la crisis mundial: pandemia, recesión económica/desempleo y clima).
Esta fue la cuestión, que planteé a Gonzalo Muñoz durante el seminario, buscando una fórmula capaz de involucrar, el mayor número posible de pymes y lo más rápido posible, en el reto global del clima.
Me contestó presentando una iniciativa de la ONU, integrada en el seno de “Race to Zero” y destinada específicamente a las pymes - SME Climate Hub, donde las pequeñas y medianas empresas pueden encontrar la ayuda de que necesitan para reducir su huella de carbono y aumentar su competitividad.
