La Economía Circular (EC) es un concepto cuyo principio fundamental es mantener los recursos retirados/procedentes del medio ambiente dentro del circuito económico, prolongando su ciclo de vida y evitando su eliminación en forma de residuos.
Este modelo, como ocurre ya en nuestro día a día, promueve y refuerza la eficacia y la eficiencia de los procesos en la cadena de valor, reduciendo tanto el consumo innecesario como la necesidad de una extracción excesiva de los recursos naturales, lo cual permite aliviar los efectos/impactos de la actividad humana en el entorno. Estimula la búsqueda de un uso eficaz en detrimento de la tenencia de los recursos.
Todos los sectores, de una forma u otra, se benefician de la transición hacia la EC, beneficios que varían dependiendo de su implicación en la cadena de valor y la aplicación de los distintos conceptos "R" en sus diferentes fases (se pueden considerar 5:
Rechazar, Reflexionar, Reducir, Reutilizar y Reciclar):
• Adquisición de materias primas
El aumento de la eficiencia de los procesos de extracción, los nuevos negocios derivados del uso circular de los productos y la elección de nuevos recursos menos perjudiciales para el medio ambiente pueden crear nuevas oportunidades y, eventualmente, reducir los costes de producción. La norma ISO 20400 (Compras sostenibles) constituye una herramienta importante en esta etapa.
• Diseño y proyecto
La comercialización promueve, cada vez más, soluciones que incluyen principios de circularidad y en esta fase de concepción, diseño y proyecto es en la que se desarrollan productos y servicios de mayor valor añadido. Sin embargo, este proceso no se limita a los materiales y los productos: se aplica también a elementos estructurales (como las instalaciones), los elementos de producción (equipos y MTD) y los elementos operativos (soluciones con menor impacto o eliminación de procedimientos innecesarios).
La norma ISO 14044 (Análisis del Ciclo de Vida) e ISO 14006 (Ecodiseño) proporcionan orientación en ese sentido y ayudan en la creación de bases para el análisis del ciclo de vida de productos y servicios.
• Producción y retransformación
El aumento de la eficiencia de los procesos, la reducción de costes y, en consecuencia, el aumento de los márgenes e ingresos (por ejemplo, reducción de costes energéticos y materias primas), el aumento de la eficiencia en los procesos de producción y el aumento el valor añadido del producto resultan fundamentales para un mejor rendimiento de las organizaciones.
El uso de la especialización también puede ser una solución, aprovechando la economía de escala de empresas especializadas, con aumentos en eficiencia y calidad, y permitiendo la focalización de las organizaciones en su principal flujo productivo.
La reutilización e incorporación de materiales reciclados promueven la circularidad en la cadena de valor y la producción de productos más eficientes y de buena calidad aumenta su impacto positivo, así como su vida útil. Como consecuencia de los problemas planteados por la utilización del plástico de un solo uso, la elección de este tipo de prácticas en el área de los plásticos supone una solución cada vez más real.
Normas como la ISO 14001, FER – Fin de la condición de residuo, ISO 14067 (Huella de carbono de los productos) e ISO 14046 (Huella hídrica) son herramientas de control importantes para la calidad final de los productos y para controlar los procesos de producción y sus impactos.
• Transporte y distribución
Las mejores prácticas y técnicas logísticas facilitan el transporte y la distribución (por ejemplo, optimizando las rutas), lo cual evita desplazamientos innecesarios y costosos (por ejemplo, reduciendo el consumo), y puede asimismo reducir los tiempos de entrega/recogida. El apoyo al comercio local también permite fortalecer las relaciones entre los distintos actores de la cadena de valor.
La promoción y optimización de las actividades de reparación prolonga la vida útil de los equipos y medios de transporte, y permite que el uso de los recursos sea eficaz y eficiente hasta el final de su vida útil. La recalificación y reacondicionamiento de equipos permite asimismo crear una oferta de equipamiento en buenas condiciones a costes menores, lo cual da lugar a un mercado cada vez más dinámico.
En el caso de la prestación de servicios, la elección de tecnologías de comunicación remota (teleconferencias y videoconferencias, por ejemplo), siempre que sea posible, evita gastos innecesarios sin comprometer la calidad del servicio prestado. Esta opción optimiza la utilización del tiempo y reduce el tiempo de respuesta.
La ISO 14067 (Huella de carbono de los productos) permite evaluar la eficacia del proceso de transporte y distribución.
• Consumo, uso, reutilización y reparación
Corresponde al consumidor definir las necesidades del mercado, la base para la creación y producción de productos y servicios, lo cual influirá en todas las decisiones de la cadena de valor y de la economía.
Reducir las necesidades de consumo no solo significa prescindir de un producto o servicio en particular, sino también prolongar su vida útil, lo cual evita la producción innecesaria y la clasificación de los recursos como residuos. La reparación de equipos y la reutilización de productos para fines distintos de aquellos para los que se fabricaron (botellas que se convierten en vasos, neumáticos que se transforman en equipos de jardinería o palés que se utilizan para crear muebles, etc.) evita que se conviertan en residuos más rápidamente y, con frecuencia, suponen menores costes.
La rentabilización del uso de los recursos durante su tiempo de vida, como el "leasing" o el alquiler, evita la incomodidad de ser su "propietario" (costes de adquisición, de mantenimiento, seguros, impuestos, etc.) y cada vez más es la solución para reducir costes e impacto ambiental.
De nuevo, la norma ISO 20400 (Compras sostenibles) es una herramienta útil en esta etapa.
• Recogida, reciclaje y tratamiento al final de su vida útil
Aumentar el porcentaje de uso de los materiales reciclables, la eficiencia de los procesos de tratamiento, la reducción de costes y el aumento de ingresos (aumentando la calidad del producto reciclado) son aspectos fundamentales y para ello es importante que los productos incluyan, en su composición, una cantidad reducida de materiales diferentes, lo cual facilita el proceso de segregación y aumenta la eficiencia de los procesos de reciclaje. Normas como FER - Fin de la condición de residuos, permiten controlar la calidad de los residuos destinados al reciclaje.
El tratamiento al final de la vida útil es el fin de línea para todos los materiales que no pueden alcanzar el ciclo de las 5R. La cantidad de material que tiene este destino debe reducirse al mínimo para que el ciclo económico se convierta en una verdadera economía circular.
La aplicación de los principios de la Economía Circular promueve una reducción de los efectos de la actividad humana en el medio ambiente sin poner en peligro la calidad de vida. Las organizaciones son una parte interesada de gran importancia para cambiar este modelo y muchas ya han optado por ser parte de la solución y no del problema.
Pedro Fernandes
APCER Business Developer | Climate Change