Artículo de Luísa Abreu, Auditora APCER, Consultora en Economía Circular y Sostentabilidade, originalmente publicado en Eco Circular en Mayo 2021.
¿Quiénes son los actores de la cadena de valor del papel y cuál es su importancia para la economía del País?
Según el informe “Importancia Socioeconómica de la Cadena de Valor de la Celulosa, Papel y Cartón”, 2018[1], la cadena de valor del papel, constituida por más de 17.000 empresas, da empleo directo a alrededor de 182.000 personas y tiene una facturación directa de 23.094 millones de euros. Además, supone un 4,5% del PIB (por aportación directa, indirecta e inducida); 18,5% del empleo industrial y 1,8% de la recaudación fiscal total. Por todo ello, se le atribuye un efecto impulsor y de arrastre en el conjunto de la actividad económica española.
De ella, hacen parte una multitud de actividades económicas:
- plantaciones de madera para papel;
- industrias de la celulosa y del papel;
- industrias transformadoras;
- servicios de impresión, reproducción y acabados;
- empresas de publicidad y marketing directo;
- industria editorial;
- actividades postales y de correos, y
- el sector de recuperación de papel y cartón, cerrando el ciclo.
La industria papelera está representada en casi todas las CC. AA, en la mayoría de los casos ubicada en zonas rurales de la España vaciada, constituyendo por eso, una fuerza motriz para el desarrollo económico y social de estos entornos.
Para apoyar tan amplio y diversificado tejido empresarial, existen una docena de asociaciones en toda España, de las que mencionaré aquí, por su dimensión, dinamismo y actividades: ASPAPEL[2], AFCO (cartón ondulado), ASPACK (fabricantes de envases, embalajes y transformados de cartón) y REPACAR (Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón).
¿Cuáles son las características de esta cadena de valor, que la posiciona en la 1ª línea de la Descarbonización y de la Economía Circular?
En primer lugar, tenemos la propia materia prima – fibra de celulosa – proveniente de madera, producida en bosques explotados de forma responsable y sostenible, muchas veces, certificados según las normas FSC y/o PEFC. Además, tratase de una materia prima local, renovable y neutra en carbono.
Por otra parte, hay que destacar las altas tasas de reciclaje del sector (alrededor de los 80%), lo que lo sitúa entre los primeros de Europa y la reciclabilidad de los productos de papel (un 100%).
También se destacan, las grandes inversiones llevadas a cabo en la última década, que han permitido desacoplar el crecimiento económico de esta industria, de las emisiones de CO2 y reducir sustancialmente, todos sus impactos ambientales adversos.
Por último, la coyuntura actual, en lo que se refiere a las políticas europeas (plasmadas en el Pacto Verde Europeo) y, en particular, a la nueva Ley de los Plásticos, ha permitido destacar el producto papelero, como el mejor sustituto – sostenible, renovable, compostable y reciclable – de los plásticos de un solo uso.